manuelmillan
martes, 10 de noviembre de 2015
jueves, 9 de julio de 2015
El Amante
TENGO QUE DECIRTE ADIÓS
EN SILENCIO Y SIN NOMBRARTE
PUES YO NO PUEDO ARRASTRARTE
A PAGAR TAN DURO PRECIO
SABEMOS QUE FUIMOS NECIOS
QUE TODO FUE UNA LOCURA
QUE NO POCAS AMARGURAS
YA LLEVAMOS COMPARTIDAS
QUE SI LO DICTO LA VIDA
QUE SI FUE NUESTRO DESTINO
SOLAMENTE ES EL CAMINO DE AQUEL
DE AQUEL QUE SIEMPRE CAMINA
SE QUE TU AMOR HE QUITADO
A UN HOMBRE QUE ES TU MARIDO
Y HASTA HOY HE COMPARTIDO
LO QUE TÚ
ME HAS REGALADO
MAS TODO CUANTO HE LLORADO
EN TU AUSENCIAS EN MUCHAS NOCHES
NO SON CAUSAS DE REPROCHES
POR QUE SABES
QUE TE QUIERO
QUE LO ABANDONES
NO QUIERO
PORQUE ESTO ES CAUSA PERDIDA
NO CAUSEMOS MAS HERIDAS QUE YA
QUE YA BASTANTES TENEMOS
PUES SI DE HOY EN ADELANTE
TE LLEVO A VIVIR CONMIGO
SERA PEOR EL CASTIGO
QUE LA GENTE NOS DEPARE
PUES MUJER QUE SE SEPARE
DEL LEGITIMO MARIDO
POR OTRO QUE HAYA ELEGIDO
PARA DARLE SUS AMORES
ES CAUSA DE MIL RUMORES
DE CALUMNIAS HUMILLANTES
AUNQUE SIEMPRE POR DELANTE
LA TRATARAN DE SEÑORA
TE RECIBIRÁN SONRIENTES
TE PREGUNTARAN TUS COSAS
PERO SUS LENGUAS CURIOSAS
NO PREGUNTARAN POR MI
PUES CUANDO HABLEN DE MI
AQUELLOS QUE TE CONOCEN
HABRÁN DE BAJAR LAS VOCES
PARA QUE TU NO TE ENTERES
SOBRE TODO LAS MUJERES
DANDO A SU VOZ FORMA OSCURA
Y ENVIDIANDO TU LOCURA
LO GRITARAN EN SILENCIO
DIRÁN QUE SOMOS DOS NECIOS
ABSURDOS, CRUELES, MALVADOS
QUE TU ESTE PASO LO HAS DADO BUENO
PORQUE TE TENGO HECHIZADA
Y VERAS
ESO NO NADA
POR QUE DELANTE DE TI
NUNCA TE HABLARAN DE MI
PORQUE NO PODRÁN NOMBRARME
TAN SOLO PODRÁN LLAMARME
POR UN NOMBRE QUE TE DAÑA
PALABRA QUE LLEVA SAÑA
Y SE DICE POR LO BAJO
Y QUE SERA COMÚN SIN TAJO
TE CAUSARAN AL OÍRLA
Y QUE DE TANTO REPETIRLA
LO DIRÁN FAMILIARMENTE
NUNCA VERAS QUE LA GENTE
DIRÁ QUE YO SOY TU ESPOSO
Y ESO PARA MI ES HERMOSO
PERO NUNCA LO DIRÁN
ES MAS NO ME NOMBRARAN
MI NOMBRE SE HABRÁ PERDIDO
NO DIRÁN ES SU MARIDO
DIRAN POR MI: ¡EL AMANTE!
POR ESO VOY A DEJARTE
MANCHAR TU VIDA NO QUIERO
SIN TI
YA SE QUE ME MUERO
PERO ESO ES COSA MÍA
TAL VEZ
QUIZÁS
ALGÚN DÍA
Y EN FORMA MUY CONFIDENTE
A ALGUNA AMIGA LE CUENTES
QUE TUVISTE UN AMANTE
MAS ESTO AQUÍ FINALIZA
LA CULPA
FUE SOLO NUESTRA
UN BOTÓN BASTA DE MUESTRA...
LOS DEMÁS A LA CAMISA!
El Maniquí
Tan solo quedó al fin, el viejo maniquí
donde probabas tú la seda y el chifón
que llamo la atención de todo aquel que vió
tu cuerpo de princesa,y ahora verlo ahí,
tirado en un rincón de aquel viejo desván,
guardando la emoción de cosas que no están
y vuelvo a recordar las horas de tibieza
y creo revivir el loco ir y venir
buscando por doquier el viejo maniquí
para poder lograr decorar tu belleza
y yo desde un rincón contemplo tu actuación
tratando conseguir con gran preocupación
algún nuevo color que luego te pondrás
y lucirás coqueta,
las lagrimas empañan la visión
y veo en el rincón del viejo maniquí
a aquella… que yo quise.
Dime tu por que me abandonaste,
o acaso no lograste
las cosas que soñabas,
no viste con que ganas que yo
trabajaba luchando sin descanso
para darte mi abrigo
o acaso, o acaso no entendiste que te
amaba,
como te ama un amante, como quiere un
amigo,
mas tu creiste que eras reina,
que yo tu esclavo debía darte todo y así
y así te di mi amor y me anulaste,
y te regalé todo, te di mi sangre
mis sentidos mis caricias y tu todo lo
tomaste
y me anulaste mas, mas cuando te pedí un
poco de amor
tu sin mirar hacia atrás te marchaste ,
devuélveme el amor, dame la vida,
dame la vida que te di dame los sueños
devuelve el corazón aquí a mi pecho
que ya vacío y ya desecho de llorar
se acuerda hoy de ti dame el amor, dame la
vida
Guerras Médicas
La Batalla de las Termópilas
Grandes batallas de la historia, la Batalla
de las Termópilas. Una inmensa fuerza nunca vista hasta ahora se aproxima a
tierras griegas. El Imperio Persa con su líder el gran Jerjes al frente avanza
dispuesto a conquistar toda Grecia. En su mente no cabe la opción de la derrota
ya que nadie en esas tierras podía hacer frente a un ejercito de cerca de
300.000 hombres.
Una coalición formada por la mayor parte de
las polis griegas pretende frenar el avance de semejante mastodonte militar en
el Paso de las Termopilas mediante un ejercito aliado de apenas 7.000 hombres,
comandados por la élite del ejercito espartano que se componía de 300 hombres,
como cabeza visible y jefe del ejército aliado, el rey Leónidas I de Esparta.
Batalla: Batalla de las Termopilas
Guerra: II Guerra Medica
Fecha: 7 de Agosto o 8-10 de Septiembre de
480 a.C (según la fuente).
Lugar: Termopilas Grecia.
Resultado: Victoria persa
Clave: Traición de Efialtes a los griegos.
Beligerantes: Ciudades-Estado (Polis)
griegas & Imperio Persa
Bajas:
- Persas: Entorno a 20.000
- Griegas: Entorno a 2.000
Antes de comentar nada acerca de esta
batalla es preciso comentar que ocurrió hace 2.500 años por lo que las fuentes
de las que disponemos no coinciden en todo lo contado y es muy difícil
encontrar información útil que ayude en la investigación de la batalla, la
fuente que hasta ahora parece mas fiable es la de Herodoto, historiador de la
antigua Grecia, ya que su versión de la Batalla de las Termópilas coincide en
muchos aspectos con los descubrimientos que se han hecho con las excavaciones
arqueológicas.
Tras 5 días de indecisión persa, los cuales
estaban acampados a escasa distancia del paso de las Termópilas, Jerjes envía a
un gran ejercito de hombres que pretendían hacer valer su superioridad numérica
para acabar con la resistencia griega, la estrategia era clara, si esto
fracasaba mandaría a sus "inmortales" la élite de su ejercito, que
comprendía a 10.000 hombres, solo ellos ya eran más hombres que todo el
ejército griego.
La primera oleada que daría comienzo a la
Batalla de las Termópilas consistía en un ataque masivo de infantería ligera.
Eran muchos pero muy mal equipados en comparación con los griegos. Sus escudos
eran más pequeños, sus espadas mas cortas que las lanzas griegas, y su armadura
era casi inexistente al contrario que las de los griegos.
En una zona estrecha los griegos formaron
en falange, falange que en ningún momento se fracturó, la vanguardia iba
rotando, cada polis ocupaba la primera linea y enseguida era relevada, la
fatiga así no hacia mella, los cadáveres persas se iban amontonando, hasta que
la primera oleada se hizo añicos, mientras que los griegos no habían sufrido
más de 3 bajas.
Ese mismo día, temeroso, Jerjes envió a los
Inmortales al combate sin embargo la falange continuó inquebrantable. Para
acabar definitivamente con esta segunda oleada, los espartanos fingieron una
retirada, y de la que los inmortales corrían desorganizados detrás de ellos,
los espartanos con el rey Leónidas I al
frente se dieron la vuelta con un exitoso resultado. El primer día concluía con
un inmejorable bagaje para los espartanos.
El segundo día comienza como el primero,
Jerges manda cantidades ingentes de soldados, intentando causar el mayor
desgaste a los griegos, y con la esperanza de que estos estén ya exhaustos,
pero ocurre lo mismo que al día anterior, una vez tras otra lo griegos rechazan
las cargas persas, que ya comienzan a temer al enemigo.
Pero lo realmente importante de ese día es
la visita de un griego llamado Efialtes al campamento Persa, este ciego por el
dinero, informa a Jerges acerca de un paso que conduce a la retaguardia del
ejercito griego. Esa misma noche un ejercito compuesto por los inmortales
supervivientes y completados con infatería hasta alcanzar los 20.000 hombres son
enviados al secreto paso. A pesar de que lo griegos fueron advertidos de la
maniobra envolvente del ejercito persa, esa misma noche se cree que sucede un
ataque griego al campamento persa que causa innumerables bajas y que de estar
en su tienda habría acabado con la vida del mismísimo Jerges.
Al tercer día de madrugada la maniobra
envolvente estaba en marcha, los griegos apostados en la retaguardia no
pudieron detener el avance persa que simplemente pasaron de largo a estos
hombres, una vez los lideres griegos fueron avisados de este suceso, se convoca
un consejo de guerra según el cual algunos lideres acordaron retirarse mientras
otros mantenían el paso con el fin de caer con honor y retrasar a las hordas
persas para evitar un baño de sangre mayor. Se quedaron los 700 tespios, los
300 espartanos y 400 tebanos. Los griegos lucharon ya rodeados en la zona mas
ancha del paso para causar más bajas, hasta que se rompieron todas sus lanzas y
algunos continuaron la lucha con espada o con sus propias manos. Los tebanos
fueron los primeros en rendirse, aunque algunos causaron más bajas una vez se
les acerco el enemigo, los demás continuaban batallando, en esta lucha murieron
Leónidas I y dos hermanos de Jerges. Finalmente los griegos retrocedieron a una
zona mas estrecha donde una gran descarga de flechas acabó con ellos. El
cadáver de Leónidas fue decapitado y crucificado, pero él ya había pasado a la
historia
Como curiosidad comentar la gran valentía
del pueblo tespios que llegó a sacrificarse en tres distintas ocasiones en la
historia de la misma manera que ocurrió en la Batalla de las Termópilas
La Batalla de Maratón
Grandes Batallas de la historia, la
Batallas de Maratón. El Gran Imperio Persa ansia dominar todo rastro de vida,
dirigidos por su rey Darío I, están librando una encarnizada guerra en Grecia
que seria llamada la I Guerra Médica,librada principalmente contra las polis
griegas insumisas como Atenas o Esparta. ElImperio Persa con unos recursos
humanos muy superiores a los griegos envía una gran flota hacia Atenas tras
atacar las poblaciones de Naxos y Eretria compuesta por 400 barcos de
transporte, 200 tirremes (un tipo de nave de guerra de la época), 1.000
caballos y mas de 25.000 hombres de los que unos 15.000 participarían en la
batalla. El ejército persa decidió desembarcar en la playa de Maratón a unos 40
Km. de Atenas. Eligieron esa playa porque era perfecta para desplegar fácil y
rápidamente sus tropas ya que la playa contaba con 4 Km. de extensión. A su
encuentro en cuanto desembarcasen saldrían
tropas atenienses muy inferiores en número apoyadas por unos pocos soldados
de Platea, en total unos 9.000 atenienses y cerca de 1.000 plateos. Para
conseguir más refuerzos, Fidípides partió hacia Esparta para solicitar ayuda,
pero la celebración de una fiesta sagrada les impedía partir antes de 10 días.
Una vez los persas desembarcaron, ambos ejércitos permanecieron inmóviles
durante al menos 5 días, para Atenas era buena noticia, no obstante los
refuerzos espartanos aun tardarían en llegar.
Guerra: I Guerra Médica.
Batalla: La Batalla de Maratón.
Fecha: Septiembre de 490 A.c.
Lugar: Playa de Maratón, Grecia.
Resultado: Victoria griega.
Clave: Superioridad de la infantería griega
debido a sus mejores artes militares.
Beligerantes: Atenas Platea & Imperio
Persa
Bajas:
- Polis griegas: 192 atenienses y 11
plateos muertos.
- Imperio Persa: 6.400 muertos y 7 barcos.
El ejército de cerca de 10.000 soldados
griegos capitaneados por Milcíades, oficial de gran experiencia, estaba
compuesto por soldados regulares y por un gran número de esclavos atenienses
liberados para la ocasión. Por su parte el ejercito persa estaba compuesto por
hombres de todos los rincones del Imperio, muchos soldados ni siquiera hablaban
el mismo idioma. No esta claro el hecho que desencadenó la batalla, fuentes
apuntan a que un reembarco de la caballería persa para atacar Atenas dio la
oportunidad a los griegos de luchar a solas con la infantería que si bien era
mucho mas numerosa, su organización era nefasta comparado con la griega. Otras
fuentes apuntan a que los persas se cansaron de esperar o bien sen enteraron de
que el rumor de la llegada de refuerzos espartanos era cada vez más inminente.
En cualquier caso, la Batalla de Maratón, una de las grandes batallas de la
antigüedad, comenzó con un avance griego. Este avance fue respondido con una
lluvia de miles de flechas persas, tan abundante que tapaba el sol. No obstante
los grandes escudos de los hoplitas griegos y sus pesadas armaduras
consiguieron que las bajas por flechas fuesen insignificantes. Debido a las
pesadas armaduras de 20 Kg. que portaban los griegos la verdadera carga comenzó
a tan solo 100 metros de su enemigo. La disposición de las tropas griegas era
de tipo falange.
Era la primera vez que un ejército griego
corría hacia su enemigo, posiblemente porque hasta entonces los ejércitos griegos
no se habían enfrentado con una masa importante de arqueros. El secreto de la
falange griega residía en sus lanzas, sus grandes escudos que protegían al
soldado que se situaba a la izquierda, y la disciplina de sus soldados. El
choque de la falange griega con los soldados persas aportó de primeras una gran
ventaja a atenienses y plateos. El choque entre ambas fuerzas fue devastador
para los persas que no solo soportaron malamente la fuerza de la carrera
griega, sino que además una vez estabilizados ambos ejércitos eran muy
superiores los griegos a la infantería regular persa que desprovistos de casi
toda armadura apenas llegaban siquiera a alcanzar los escudos helenos. Sin
mucha dificultad y tras una masacre, los flancos persas compuestos por las unidades
más débiles, se batieron en retirada huyendo masivamente hacia sus barcos. Sin
embargo, en el centro persa donde se encontraban las unidades de elite de su
ejército, las cosas marchaban de diferente manera, ya que aguantaba las
embestidas griegas e incluso lograban superarlas.
No obstante todo estaba previsto para los
griegos, las tropas de elite persas comenzaron a avanzar sobre el centro
enemigo, haciendo retroceder a los hoplitas situados allí. Los persas
comenzaban a ver la luz al final del túnel ya que les estaba resultando
bastante sencillo aquella labor, pero de pronto el centro griego detuvo su
retroceso en seco, y como estaba planeado los flancos griegos envolvieron
mediante un movimiento de tenaza a los persas rodeándoles en el centro renunciando
a seguir a los flancos persas que continuaban su escapada hacia los barcos. En
este punto el centro persa también inició una retirada aprovechando que esta
aun no había sido cortada por los griegos. La Batalla de Maratón se convirtió
en una huida persa a los barcos, y esta a su vez en una cacería para los
hoplitas que ajusticiaban a todo persa al que alcanzaban, no obstante durante
esta retirada en la que masacraron a los persas sufrieron mas bajas que durante
el resto de batalla ya que en desorden los griegos no eran tan eficientes.
Las tropas persas que lograron reembarcar
se dirigieron hacia Atenas para atacarla, apenas tardarían 10 horas en llegar
por lo que los soldados griegos debían reorganizarse para volver a toda prisa a
la capital griega. 42 Km. con una batalla a su espalda y con aquellas armaduras
tan pesadas, no seria fácil, pero finalmente llegaron justo a tiempo. Los
persas al ver el comité de bienvenida griego que les esperaba en Atenas
decidieron no desembarcar dándose por finalizada la Batalla de Maratón.
Especialmente rápido en llegar a Atenas fue Eucles quien fue corriendo de
Maratón a Atenas para avisar de la victoria griega muriendo de agotamiento al
poco tiempo de llegar y dar la noticia. Este hecho dio lugar a la a día de hoy
prueba de atletismo olímpica, el maratón que recorre en Km. la distancia que
separaba Maratón de Atenas.
La Batalla de Maratón no fue la victoria
mas decisiva en la guerra pero posiblemente desde el punto de vista psicológico
si fue la mas importante para los griegos que fueron capaces de vencer por
primera vez a los persas en campo abierto. Esta batalla se convirtió durante
siglos junto a la La Batalla de las Termopilas en un símbolo de resistencia y
de valor y fue la protagonista de incontables relatos e historias.
Por ultimo decir que los refuerzos
espartanos llegaron 2 días después de la batalla e hicieron lo único que ya
podían hacer, felicitar a sus aliados atenienses y plateos por la victoria.
La Batalla de Gaugamela
Grandes Batallas de la historia, la Batalla
de Gaugamela. Macedonia, una tierra unificada por el Rey Filipo II, se había
convertido en un territorio de gran importancia y peso en el mundo antiguo. Su
eficacia militar, y su rompedora riqueza basada en el oro y el comercio, pronto
llevó a esta tierra a mirar a cotas más elevadas, a ampliar su territorio, y a
buscar un salida al mar desde la que dominar el Mediterráneo. Tras la muerte de
Filipo en el año 336 a.C. su hijo, Alejandro asumió el trono. Alejandro, de 20
años de edad y ya siendo un afamado y respetado líder militar pronto siguió con
la tendencia expansionista de su padre. Esto le llevó a entrar en guerra con el
Imperio Persa, amparado en una unión de los pueblos griegos denominada la Liga
de Corinto en la que tan solo se echaba de menos la presencia de Esparta,
puesto que todas las demás polis griegas estaban representadas. Alejandro,
acabaría siendo conocido como Alejandro Magno siendo uno de los personajes
históricos más reconocidos de la historia. Esta guerra, permitía a Macedonia
poder expandirse hacia el este y a las demás polis griegas a vengarse por las
anteriores invasiones persas. La campaña comenzó con victorias importantes para
el lado aliado. Los persas con Dario III al mando, reclutaron un nuevo gran
ejército y se desplazaron a Gaugamela donde aprovecharon una gran llanura en la
que incluso eliminaron cualquier posible obstáculo que impidiese una gran
batalla campal. El campo de batalla estaba decidido, solo faltaba que Alejandro
Magno acudiese con sus tropas para que diera comienzo la decisiva Batalla de
Gaugamela que a buen seguro decantaría la iniciativa de la guerra.
Batalla: La Batalla de Gaugamela.
Fecha: 1 de Octubre del 331 a. C.
Lugar: Gaugamela
Resultado: Victoria griega-macedonia.
Clave: Superioridad técnica de la
infantería pesada griega-macedonia.
Beligerantes: Reino de Macedonia y polis
griegas & Imperio Persa
Bajas:
Macedonia y aliados: 5.000 muertos.
Imperio Persa: 40.000 muertos.
Alejandro Magno acudió sabiendo que la Batalla
de Gaugamela muy probablemente se iba a convertir en la batalla más importante
de su vida. El ejército macedonio estaba formado por 7.000 soldados de
caballería, 29.000 de infantería pesada y cerca de 9.000 de infantería ligera.
En el ala derecha se situaba como era habitual Alejandro Magno con la
caballería a la cual comandaría durante la batalla. A su lado, se encontraba la
infantería ligera, mientras que la infantería pesada, la más numerosa, se
ocuparía del centro formando una falange con formación en primera y última
línea, muy útil en caso de que la falange fuera rodeada y su retaguardia fuese
obligada a combatir. En cuanto al ala izquierda, la más débil pero con poca
importancia estratégica se situó a caballería aliada (de Fersalia y Tracia) y a
mercenarios griegos. El ala izquierda estaba comandada por Parmenio, uno de los
generales macedonios más leales a Alejandro.
Por su parte, el ejército persa era mucho
más numeroso. A pesar de que el ejército al completo incluía cerca de 200.000
hombres, tan solo 91.000 eran soldados y ejecutaban dicha labor. De estos
92.000 hombres, 35.000 eran caballería y 53.000 infatería ligera, siendo la
presencia de la infantería pesada ínfima ya que tan solo la componían 4.000
"Inmortales" que eso sí, representaban la élite del ejército persa.
Además también contaban con cerca de 50 carros con guadañas en las ruedas
(especialmente efectivos en batallas a campo abierto) y alrededor de 15
elefantes de guerra que atemorizaban a los griegos y macedonios.
En cuanto a la formación del ejército,
Darío se coloca en el centro de su ejército como manda la tradición persa,
dispone a su caballería en ambos flancos y a la infantería pesada en el centro
y retaguardia de la formación como columna vertebral de su ejército y último recurso,
dejando a la infantería ligera ocupar la vanguardia del centro.
El primero en mover ficha y por tanto en
iniciar la Batalla de Gaugamela, fue Alejandro Magno, quien envió a su
infantería en un ataque diagonal hacia el flanco derecho persa, Dario para
contrarrestar este ataque apoyado en su superioridad numérica, ordena un ataque
envolvente contra la ofensiva macedonia. Al suponer esta envolvente un gran
peligro para las tropas aliadas, Alejandro junto a su caballería ordenó una
serie de cargas contra la contraofensiva persa con el fin de debilitar sus
filas y conseguir que los persas no cerrasen la bolsa y que la infantería
macedonia no quedara rodeada. Dario, tras ver esto, ordena a sus carros de
combate atacar a la infantería macedonia para desorganizarla, pero cuando estos
se aproximaban a la vanguardia de las filas macedonias, los carros fueron
sorprendidos con una lluvia de flechas y jabalinas que mató a muchos de los
conductores de los carros. Para acabar con los restantes, la falange macedonia
perfectamente ordenada se abrió dejando pasillos por el que pasaban los carros
que fueron a parar a una segunda fila de infantería pesada macedonia que dio
buena cuenta de ellos. Tras quedarse sin carros y temeroso de una posible
derrota Dario comete un error fatal, ordena una carga general de su caballería
contra las tropas de Parmenio situadas en la izquierda con el mismo fin que el
ataque de los carros, desorganizar a las tropas macedonias y abrir brecha para
aprovechar su ventaja numérica.
El problema de dicho ataque de caballería
es que se abrió un hueco en la formación persa, fruto de los miles de soldados
de caballería que partieron al ataque. Alejandro vio el hueco y se lanzó con
toda su caballería en formación de cuña directamente hacia allí, iniciando una
carga brutal en la que las tropas persas no podían hacer nada por evitar el
avance pletórico de Alejandro y sus hombres. Su objetivo era claro, acabar con
Dario. Dario por su parte, atrapado y sin poder hacer nada para evitar la carga
macedonia decide huir del campo de batalla provocando la desbandada general
entre sus tropas, momento que la caballería macedonia aprovechó para masacrar a
la débil infantería ligera persa.
No obstante la batalla no había terminado,
al igual que la caballería persa dejó un hueco en sus filas, la macedonia hizo
lo propio, permitiendo que la caballería persa penetrase por las filas
macedonias rodeando a su infantería. Alejandro que se encontraba junto a su
caballería en persecución de Dario, recibió la noticia y dio media vuelta para
auxiliar a la rodeada falange. Alejandro Magno y su caballería pronto acabaron
con la amenaza persa, dando por concluida la batalla. La Batalla de Gaugamela
había sido ganada, en cambio, Dario había conseguido escapar. En cualquier caso
Alejandro Magno conseguía con esta victoria la supremacía militar en
Mesopotamia.
Guerras púnicas
Los cartagineses liderados por Aníbal han cruzado los
Alpes con un gran ejercito y Roma no ha sabido encontrar la manera de plantar
cara en batalla de forma eficiente a estos. Tan solo es capaz de desgastar poco
a poco al ejercito cartaginés mediante emboscadas, y atacando sus vías de
suministro. Pero la llegada de Cayo Terencio Varron y Lucio Emilio Paulo al
mando del ejercito romano, unido a la voluntad de un pueblo, harto de que los
cartagineses arrasen toda la Península Itálica, ha conseguido que Roma reúna a
un gran ejercito, el mas grande hasta la fecha. Este contaba con 16 legiones
entre soldados romanos y aliados, y una caballería de 4.000 unidades. En total,
87.000 hombres dispuestos a acabar con el ejercito de Aníbal, recuperar la
gloria de Roma y convencer a los aliados de que se encuentran en el bando
correcto. Cartago por su parte cuenta con un ejército compuesto por 52.000
hombres, 8.000 de ellos, tropas de caballería.
Guerra: 2ª Guerra Punica.
Batalla: Batalla Cannas (Batalla de Canae).
Fecha: 2 de Agosto de 210 A.c.
Lugar: Llanura situada entre el río Ofanto y
la ciudad de Cannosa, en Italia.
Resultado: Victoria Cartaginesa.
Clave: Estrategia envolvente cartaginesa.
Beligerantes: República Romana y República
Cartaginesa
Bajas:
- Roma: 70.000 muertos según Polibio; 50.000
según Tito Livio; alrededor de 11.000 prisioneros.
- Cartago: 6.000 muertos y 10.000 heridos.
La mecha que encendería esta gran batalla tiene lugar
en la primavera del 216 A.c. el ejercito cartaginés realiza un ataque
estratégico sobre un deposito de suministros cerca de la localidad de Cannas.
Los cónsules romanos con el ejército ya formado, se deciden
definitivamente a plantar cara de una vez por todas a las tropas de Aníbal. El
mando del ejército romano se alternaba entre los dos cónsules y a menudo uno
pisaba las órdenes del otro lo que en ocasiones se convertía en una desventaja
estratégica importante. Aun así dadas las fuerzas concentradas, la moral de los
soldados romanos estaba por las nubes. No obstante la ventaja numérica que
tenía el ejército romano en infantería, contrastaba con la superioridad de la
caballería cartaginesa. Por otra parte la disciplina romana permitía una mayor
facilidad a la hora de ejecutar las estrategias en comparación con
el ejercito cartaginés el cual era un ejercito muy heterogéneo, con
unidades africanas (libias principalmente), hispanas, galas… etc. Su equipamiento
también era distinto y muchos soldados cartagineses luchaban con armamento
tomado de los romanos derrotados en otras refriegas.
El día 2 de Agosto sucedió la gran batalla en una
llanura delimitada por el Río Ofanto. Ambos ejércitos estaban al completo
reunidos. Los romanos desplegaron una formación clásica, mas profunda de lo
normal debido a la gran cantidad de fuerzas desplegadas en la zona con la
infantería ligera delante y la pesada detrás. A su derecha, junto al río,
la caballería romana y en el flanco izquierdo la caballería compuesta por
aliados de Roma.
Los primeros en mover ficha fueron los cartagineses,
Aníbal envió su caballería contra la caballería romana, a sabiendas de que
acabar con esta supondría una gran cantidad de bajas. Pero si querían tener
alguna posibilidad, Cartago debería hacer ese sacrificio. No obstante la
caballería cartaginesa era superior a la romana tanto en número como en
calidad. Así, esta fue capaz de derrotar a la caballería romana, atravesar sus
lineas de infanteria y acabar también con la caballería aliada.
Sabedores de su superioridad numérica Roma contraataco
enviando a su infantería contra el centro de la formación cartaginesa mucho mas
débil. Pronto la infantería romana comenzó a imponerse a la de Aníbal, pero
esto formaba parte de plan, todo le estaba saliendo a la perfección a Cartago.
La infantería romana continuaba avanzando de forma firme, causando grandes
bajas en las filas cartaginesas hasta que finalmente el centro de estos se vio
superado y roto.
Al ver esto y creyéndose ya vencedores Roma envió
todas sus reservas para finiquitar la contienda, cuando todo el ejercito romano
estaba ya agrupado y la desbandada cartaginesa con una forma semicircular iba
rodeando al ejercito romano sin que este se diese cuenta, apareció por el
flanco un gran numero de reservas cartaginesas ocultas. Los romanos no pudieron
ver aproximarse a estas fuerzas ya que el polvo levantado por los ejércitos al
desplazarse unidos al viento en contra imposibilitaban la visión de estos. Las
tropas que escapaban se dieron la vuelta y comenzaron acosar a los romanos y a
luchar con mucha más decisión. La única vía de escape que tenían los romanos
era su retaguardia, y cuando estos comenzaron a retroceder, apareció la
caballería cartaginesa, que había acabado con toda la caballería, tanto romana
como aliada, envolviendo al ejército romano totalmente. A partir de ese momento
la batalla de Cannas se convertirá en una carnicería en la que morían unos 600
legionarios romanos por minuto. El temor se extendió por un ejército que no
podía ni si quiera levantar sus escudos o desenvainar sus espadas. Esta acción
acabaría con la casi totalidad del ejercito romano.
La estrategia había sido brillante. La batalla se
convirtió en un ejemplo para multitud de ejércitos de diferentes
épocas. Cannas fue la batalla acontecida en un día más sangrienta de la
historia.
La papisa Juana
Juana, nacida en el 822 era
hija de un monje y su padre formaba parte de los predicadores llegados del país
de los anglos para difundir el Evangelio entre los sajones. La pequeña Juana
creció inmersa en ese ambiente de religiosidad y erudición, y con el apoyo de
su madre y a escondidas de su padre, tuvo la oportunidad de poder estudiar, lo
cual estaba vedado a las mujeres de la época. Juana pudo aprender griego, lo
cual le permitia leer la Biblia, que por aquella época estaba traducida a muy
pocos idiomas.
Puesto que sólo la
carrera eclesiástica permitía continuar unos estudios sólidos, Juana entró en
la religión como copista bajo el nombre masculino de Johannes Anglicus (Juan el
Inglés). Según Martín el Polaco, la suplantación de sexo se debió al deseo de la
muchacha de seguir a un amante estudiante.
En su nueva situación,
Juana pudo viajar con frecuencia de monasterio en monasterio y relacionarse con
grandes personajes de la época. En primer lugar, visitó Constantinopla, en
donde conoció a la anciana emperatriz Teodora. Pasó también por Atenas, para
obtener algunas precisiones sobre la medicina del rabino Isaac. De regreso en
Germania, se trasladó al Regnum Francorum (reino de los francos), la corte del
rey Carlos el Calvo.
Juana se trasladó a Roma
en 848, y allí obtuvo un puesto docente. Siempre disimulando hábilmente su
identidad, fue bien recibida en los medios eclesiásticos, en particular en la
Curia. A causa de su reputación de erudita, fue presentada al papa León IV y
enseguida se convirtió en su secretaria para los asuntos internacionales. En
julio de 855, tras la muerte del papa, Juana se hizo elegir su sucesora con el
nombre de Benedicto III o Juan VIII. Dos años después, la papisa, que
disimulaba un embarazo fruto de su unión carnal con el embajador Lamberto de
Sajonia, comenzó a sufrir las contracciones del parto en medio de una procesión
y dio a luz en público. Según Jean de Mailly, Juana fue lapidada por el gentío
enfurecido. Según Martín el Polaco, murió a consecuencia del parto.
La suplantación de Juana
obligó a la Iglesia a proceder a una verificación ritual de la virilidad de los
papas electos. Un eclesiástico estaba encargado de examinar manualmente los
atributos sexuales del nuevo pontífice a través de una silla perforada. Acabada
la inspección, si todo era correcto, debía exclamar: «Duos habet et bene pendentes» (tiene dos y cuelgan bien). Además,
las procesiones, para alejar los recuerdos dolorosos, evitaron en lo sucesivo
pasar por la iglesia de San Clemente, lugar del parto, en el trayecto del
Vaticano a Letrán.
Utilizada por los
detractores, esas versiones se sostuvieron por muchos años hasta que en 1562 el
agustino Onofrio Panvinio redactó la primera refutación seria de aquella
leyenda, mientras que los protestantes luteranos se unieron a sus argumentos en
el siglo XVII.
La versión de Martín de
Opava es la siguiente:
Juan el Inglés nació en
Maguncia, fue papa durante dos años, siete meses y cuatro días y murió en Roma,
después de lo cual el papado estuvo vacante durante un mes. Se ha afirmado que
este Juan era una mujer, que en su juventud, disfrazada de hombre, fue
conducida por un amante a Atenas. Allí se hizo erudita en diversas ramas del
conocimiento, hasta que nadie pudo superarla, y después, en Roma, profundizó en
las siete artes liberales (trivium y quadrivium) y ejerció el magisterio con
gran prestigio. La alta opinión que tenían de ella los romanos hizo que la
eligieran papa. Ocupando este cargo, se quedó embarazada de su cómplice. A
causa de su desconocimiento del tiempo que faltaba para el parto, parió a su
hijo mientras participaba en una procesión desde la basílica de San Pedro a
Letrán, en una calleja estrecha entre el Coliseo y la iglesia de San Clemente.
Después de su muerte, se dijo que había sido enterrada en ese lugar. El Santo
Padre siempre evita esa calle, y se cree que ello es debido al aborrecimiento
que le causa este hecho. No está incluido este papa en la lista de los sagrados
pontífices, por su sexo femenino y por lo irreverente del asunto.
Martín de Opava, Chronicon Pontificum
et Imperatum.
• Jean de Mailly, por su parte, dice:
Se trata de cierto papa o
mejor dicho papisa que no figura en la lista de papas u obispos de Roma, porque
era una mujer que se disfrazó como un hombre y se convirtió, por su carácter y
sus talentos, en secretario de la curia, después en cardenal y finalmente en
papa. Un día, mientras montaba a caballo, dio a luz a un niño. Inmediatamente,
por la justicia de Roma, fue encadenada por el pie a la cola de un caballo,
arrastrada y lapidada por el pueblo durante media legua. En donde murió fue
enterrada, y en el lugar se escribió: Petre,
Pater Patrum, Papisse Prodito Partum (Pedro, padre de padres, propició el
parto de la papisa). También se estableció un ayuno de cuatro días llamado
«ayuno de la papisa».
Jean de Mailly, Chronica Universalis Mettensis.
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